¿Tiene alguna pregunta?

Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.

Síguenos en:

ASIS Perú

Bienvenido a ASIS Perú, el portal para los profesionales de seguridad.

Blog

Artículos, Noticias, Publicaciones de Seguridad

Propuestas para mejorar la seguridad ciudadana

Sería bueno analizar la figura de un “zar de la seguridad”

Como la miopía es hereditaria, año a año, ministro tras ministro, Dirgen tras Dirgen repiten la cháchara ¨la criminalidad no ha aumentado¨, mientras la realidad nos grita a diario exactamente lo opuesto. Si más allá del gesto demagógico se creen sus palabras (me viene a la memoria un mitómano de reciente paso) estamos en problemas. Para empezar a curarse es necesario reconocer que se padece la enfermedad.

Toda migración masiva trae consigo algunas manzanas podridas, así como toda desmovilización de grupos armados irradia violencia experimentada al vecindario. Hay que ser neuronalmente virginal para negarse a verlo. Aprovechando la desesperación ciudadana, en cada elección municipal aparecen candidatos que ofrecen solucionar lo que no está dentro de su competencia. Recuerdo que cuando me tocó moderar el debate sobre seguridad ciudadana, la entonces candidata, Susana Villarán hablaba entusiasta de “mi policía metropolitana”, confundiendo adrede NYPD con PNP, ante un público influenciado por la TV.

Cuando un problema, como la delincuencia y la corrupción que la hace impune, han tenido tiempo para madurar y asentarse en una sociedad, la solución pasa por una combinación de inteligente cirugía de combate con reestructuración en los criterios de selección, formación de estructura y mecanismos de control a cargo de un timonel alerta en cada uno de los operadores de justicia estatal (PNP, MP, PJ, INPE), algo que hasta el momento no se ha emprendido. Sería bueno analizar la figura de un “zar de la seguridad, con rango ministerial, que no sea atrapado por la gestión cotidiana de un sector.

La responsabilidad de cambios normativos racionales en las cuatro áreas citadas, para adecuarse a la demanda ciudadana contemporánea, recae en el Congreso, que no debiera abdicar tal responsabilidad. Siempre que se ha delegado, ha producido normas paridas por la utopía ideológica de los consabidos palomillas de ventana, absolutamente desconectados de la realidad. Al Ejecutivo le compete mejorar filtros, control y estructura. Al Poder Judicial habría que recordarle la frase del Gral. Roso Serrano, que acompañó la gran reforma de la Policía Nacional de Colombia: “O cambiamos o nos cambian”.

Pero ahí no acaba la cosa. Luego que en los ochenta empezara a formalizarse la respuesta privada a la inseguridad ciudadana, la seguridad privada formal se convirtió en un elemento adicional de los sucesivos gobiernos. No obstante, se ningunea la figura del “guachimán”, sin tomar conciencia de la enorme experiencia cotidiana que atesoran las empresa formales de seguridad, vigilancia y transporte de valores. Experiencia que alcanza dimensión global en el caso de las grandes corporaciones del sector, con valioso conocimiento comparado proveniente de las operaciones en casi todo el planeta. El Ejecutivo, por lo menos el Ministro del Interior, debiera convocar y escuchar periódicamente a la Sociedad Nacional de Seguridad, gremio que conoce qué ha funcionado y qué no ha funcionado en este mundo de delincuencia globalizada. Menospreciarlos como “empresas de guachimanes” es tan irracional como describir a las FF.AA. como organizaciones de conscriptos.

Siguiendo con la seguridad privada, es importante recalcar que es uno de los campos donde la informalidad hace más mella a la seguridad. Algo tan sencillo como disponer legalmente la responsabilidad solidaria del cliente, cuando el servicio es prestado informalmente, podría contribuir de modo importante a la seguridad ciudadana, a la recaudación tributaria y a la seguridad social. Pero no se trata de repetir los vicios de Sunat persiguiendo a los cumplidos, sino ampliar eficientemente la supervisión de Sucamec, Sunafil y Sunat al universo informal, compuesto por empresas informales y por empresas formales con prácticas informales.

Para hacer ceviche, no se consigue más jugo exprimiendo más los mismos limones. Se busca más limones.

Fuente: elmontonero.pe

Visto 14875 veces

CONTÁCTENOS

WHATSAPP

+51 976 308 092

SÍGUENOS EN

SUSCRIBETE AL NEWSLETTER