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La protección de instalaciones en zonas remotas es uno de los grandes desafíos a los que como profesionales de la seguridad debemos hacer frente. No sólo hablamos de las infraestructuras críticas y gran número de colaboradores que la conforman si no también el factor clima, las condiciones geográficas, las comunidades aledañas y la percepción negativa por daño medioambiental que impactan a los planes de seguridad estén en continuo cambio y mejora. Estamos en la búsqueda de nuevas formas de generar cultura de prevención que conlleve a prevenir incidentes intencionales o accidentales, internos o externos. Planificamos nuestras actividades, estimamos nuestros costos y ejecutamos las implementaciones aprobadas. Y mientras hacemos esto, olvidamos pensar en cómo hacer más eficiente aquello que ya tenemos.

Esta vez, quisimos hacer las cosas diferentes.

Nuestra propuesta se enfocó en idear alternativas para que nuestros agentes de seguridad que cubren áreas en los límites de una operación minera a más de 4600 msnm tengan un espacio de trabajo con las condiciones ergonómicas adecuadas, protección ante el frío extremo que llega inclusive a -3°C, energía estabilizada para cargar equipos e iluminación, pero por sobre todo, confortable. Todo esto a un costo mínimo.

La tarea parecía complicada y la inversión no era alentadora, pero gracias a un equipo multidisciplinario, se pudo elaborar un diseño eco-amigable que facilitaba la tarea del agente de seguridad. Diseñamos una estructura de 1,5m x 1,5 m x 2.4 con techo y paredes de material termoaislante de poliuretano, que permitiría reducir el impacto del frío y calor, cobertura de geomembrana y pendiente que resistiera la lluvia y nieve. Para garantizar el suministro de energía le añadimos un Panel Kit Solar de 30 Watts, un panel monocristalino, un regulador digital, una batería, un convertidor de 12 V a 220 V y una Luminaria.

A este proyecto lo llamamos AYLLUY, que significa ABRIGAR en quechua.

El proyecto fue aprobado para 07 unidades, pero debido al éxito logramos instalar 13 casetas térmicas con energía autosostenible. Esto no sólo facilitó las labores de protección en zonas remotas, si no que elevó el orgullo y compromiso por el trabajo de nuestros agentes de seguridad, que sentían la preocupación por mantenerlos sanos dándoles las mejores condiciones para sus tareas diarias. Estoy convencido que, para generar cambios, debemos estar dispuestos a romper paradigmas y en seguridad, esta es una tarea que los jóvenes profesionales debemos asumir.