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Este año se me presentó una interesante oportunidad de poder aplicar gran parte de lo aprendido en casi dos décadas de mi experiencia en Security: llevar a cabo un proyecto de sistema de Seguridad Integrada que contempla la renovación de la estructura tradicional establecida el siglo pasado.

Este plan considera la creación e instalación de un centro de operaciones como punto de inicio y acopio de toda la información. Esto incluye sistemas electrónicos, comunicaciones, indicaciones, respuestas y demás acciones que un centro de este tipo puede gestionar. Cuenta, además, con elementos itinerantes para los diferentes lugares de una operación geográficamente extensa y dispersa. Dicho elemento permite tener una mayor  presencia mediante la recolección de información y la comprobación del cumplimiento de las normas y estándares establecidos, además de ser la primera respuesta ante un evento emergente.

Sumado a todo esto, la  tecnología en diversas instalaciones permite que la data llegue directamente al centro de operaciones con lo que tendremos el control a tiempo real sobre todas ellas. La información recolectada se procesa en el centro de operaciones, de modo que se tiene la data suficiente para evaluar los riesgos, la orientación de los esfuerzos a futuro y la debida preparación de nuestro presupuesto de forma más eficiente y económica.

Hasta ahora, lo mencionado podría resultar una idea interesante pero no estaría más allá probablemente de una buena propuesta de mejora para actualizar un sistema de seguridad a las nuevas tendencias. Sin embargo, cabe resaltar que en el contexto de pandemia por el coronavirus que se vive hoy, en el que los proyectos de este y tipo y cualquier otro se han visto interrumpidos, este resulta económicamente favorable.

La implementación de elementos tecnológicos, itinerantes y un centro de operaciones, resulta en un menor costo que los puestos de vigilancia que se suplanta. A este ahorro, se le adiciona la mayor  eficiencia y efectividad del nuevo sistema inteligente.

Pero no todos los beneficios son materiales, se resalta el valor humano mediante la formación de nuevos profesionales de seguridad durante el desarrollo de las operaciones,  donde se aplicaran los estándares y normativa ASIS como base del sistema de seguridad a aplicar. No es pretencioso pensar que, en un tiempo, sean miembros de esta comunidad  y, por qué no, nuevos certificados en las diferentes opciones que se presentan en ASIS International.

Hay que trabajar siempre en  la formación de las generaciones sucesoras, para demostrar que hoy la seguridad es llevada y gestionada por profesionales y que existe una organización que los agrupa, Tratemos siempre de hacer crecer nuestro capítulo 222 y, por ende, a ASIS Internacional.